Publicado el 05/09/2014

Comunicado de Prensa CAIR – Septiembre 2014 / Nuevas complicaciones en el sector inmobiliario rural

Nuevas complicaciones en el sector inmobiliario rural.

Tibiamente desde fines del 2013, y con mayor fuerza durante el tramo inicial del primer semestre de este año, desde la CAIR percibimos cierta reactivación de consultas en el mercado de compra venta de campos, a la luz de mejores expectativas en materia de política hacia el sector, que se darían a partir de las próximas elecciones Presidenciales. Bajo esta consigna que fue generalizándose entre los diferentes actores del mercado, inversores, propietarios e intermediarios, comenzamos a respirar aires de cambio que favorecieron algunos pocos cierres de operaciones, sobre todo en áreas de la pampa húmeda, después de padecer una histórica e inédita inactividad generada por el cepo cambiario y la Ley de Tierras, entre otras cosas. Pero pareciera que, para que las tendencias se confirmen, es necesario más que una expresión de deseos de todos nosotros. En los últimos dos meses la encrucijada económica del País ha vuelto a presentarse con una virulencia inusitada y hay nuevamente demasiadas preguntas sin respuesta en materia económica y política. Los temas inquietantes, todos los sabemos, están en la tapa de los principales diarios y no vale la pena entrar en detalles. Al ser proyectos de largo plazo, las inversiones en tierra implican inmovilizar importantes sumas de dinero que requieren, al menos, una mirada crítica hacia la estabilidad de las futuras políticas de producción, situaciones que nuestro País hoy no sabe o no quiere ofrecer. Los inversores han vuelto a ponerse en guardia, postergando su momento de invertir al encontrar demasiadas y simultáneas complicaciones e incertidumbres internas, a las cuales se suma la caída reciente del precio internacional de las commodities agrícolas que disminuyen sensiblemente la rentabilidad de las explotaciones. Las recientes complicaciones climáticas, la excesiva carga impositiva, la inflación, los mayores costos, etc. etc. son factores cuyo impacto se hace mucho más relevante y notorio cuando los precios de los productos caen. A los compradores les queda claro que es su momento para invertir y continuarán deambulando por el mercado buscando oportunidades, ya no tanto de precio porque la baja ya se ha establecido, sino de campos de calidad, que el día de mañana, cuando la situación económica y política comience a cambiar, sean activos que recuperen rápidamente su valor relativo. Mientras tanto, para poder concretar sus operaciones, los vendedores aguardan esperanzados a que retornen los aires de cambio positivos. La oferta, sin ser exagerada y similar al primer semestre del año, continúa estable dentro de la pampa húmeda, pero las zonas extra-pampeanas continúan inmersas en una importante y agravada parálisis de negocios inmobiliarios. El momento no es bueno y quizás a corto plazo no mejore o sea peor, la espera se hace larga y difícil, pero el fin de ciclo inevitablemente llegará y con nuevos bríos, tal como ha sucedido en reiteradas oportunidades en nuestro País.