18 de marzo de 2022. El Cronista.com / Negocios entrevista a José María Bauzá
Efecto Guerra
La venta de campos no despega a pesar de la suba de los commodities: por qué pasa
Hoy el mercado inmobiliario rural está ante uno de los picos más bajos de actividad de los últimos 10 años. ¿Por qué los precios no continúan su desaceleración?
Por Belén Fernández. Periodista. Negocios y Real Estate
La venta de inmuebles rurales está en uno de los mínimos históricos más bajos, en cuanto a su actividad, de los últimos 10 años. A pesar de que la guerra entre Ucrania y Rusia hizo subir el valor de los comodities, los rumores de nuevas subas en las restricciones y el escenario económico y político generan poco interés de inversores en campos.
Según el Índice de Actividad de Mercado Inmobiliario Rural (Incair) en enero se registraron los números más bajos desde el 2014 en cuánto a actividad inmobiliaria. A lo que se suma además una baja intermensual que refleja la compleja situación que está atravesando el mercado de compra-venta rural.
“La discreta actividad durante todo el 2021, con inconvenientes generados por decisiones políticas y económicas, continúan afectando la operatoria y el ánimo inversor“, explican en un comunicado.
Es que si bien el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania hizo que los comodities subieron, con un alza en el precio de los granos, eso no se refleja en el mercado inmobiliario rural, “ni tampoco se verá en mejores resultados a corto plazo”, explica José María Bauza, vicepresidente de CAIR.
Si bien hay operaciones de compra-venta de campos que se hacen con granos, son muy pocas y en la mayoría de los casos se pide dolar billete.
“En una economía estable, esta noticia que significa una suba de los precios de los granos debería repercutir de forma positiva en la venta de campos, porque alienta a nuevos inversores. Pero en nuestro caso no está pasando”, gráfica Bauza.
POR QUÉ LA SUBA DE LOS GRANOS NO IMPACTA DE FORMA POSITIVA
Según los matriculados para que el mercado se active serán necesarias reglas de juegos más claras. “Se necesita previsibilidad, un control de la inflación, seguridad jurídica. Factores que ni en el corto ni mediano plazo vamos a obtener“, remarca el empresario inmobiliario.
A esto se suma los rumores sobre posibles subas en las retenciones, lo que aleja a los inversores. “Hoy nadie quiere comprar un campo. Quién lo hace es para un negocio en un largo plazo y nadie quiere arriesgarse a eso en este contexto complejo”, agrega.
Hay que tener en cuenta que en promedio la renta histórica para este sector no alcanza al 3% anual. Siendo de apenas el 1,5% para los campos ganaderos.
¿QUÉ PASA CON LOS PRECIOS?
Como todo mercado, los campos se manejan por oferta y demanda. Al no haber prácticamente operaciones, los valores se mantienen estables.
“En los últimos 10 años los precios se desaceleraron al igual que la demanda. En pandemia continuaron bajando pero no al ritmo de los inmuebles residenciales“, explica el empresario.
Desde el sector, sostuvieron que en la zona núcleo la baja de los precios fue de entre el 15% y el 20% en dólares durante la cuarentena, mientras que en las regiones intermedias ese valor ascendió a mermas de hasta el 30% en divisa estadounidense.
Lo cierto es que las pocas operaciones que se están realizando es en la zona núcleo, son por valores pequeños. “Hoy lo que se mueven, muy a cuenta gota son los campos pequeños que tienen precios que van entre u$s 1.000.000 y u$s 3.000.000”, agrega Bauza.